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QUE ESTA PASANDO CON LAS DAMAS DE COMPAÑIA

El drama que viven las trabajadoras sexuales en Los Olivos por el covid

Las kinesiologas de los Olivos y el covid 19

El covid 19 ataca a todas las industrias y sectores de la economia

Publicado: 2020-08-15


Conforme el Sindicato que las agremia en la ciudad de Lima, en Los Olivos hay cerca de cuatrocientos cincuenta mujeres ejercitando la prostitución en los Olivos. Korina Guerra cuenta de qué forma sus ingresos económicos quedaron paralizados con la cuarentena nacional que asimismo apoya por miedo a la COVID-diecinueve

Hace 3 semanas Korina Guerra se percató de que los clientes del servicio con que se encontraba en las calles y en las páginas webs comenzaron a escasear. No halló a prácticamente absolutamente nadie recorriendo por las vías públicas donde hasta hace poco trabajaba por las noches, Izaguirre, frenta a megaplaza o bien plaza norte, en el norte de la urbe y los establecimientos nocturnos de los aledaños.

“Ni las webcams, ni los sugar daddys, ni los altos empresarios piensan ahora en sexo”, afirma Guerra desde su casa en el distrito Los Olivos, con un tono pausado que en ocasiones comunica preocupación.

La charla es telefónica; no podía ser de otra forma en la mitad de las medidas de aislamiento obligatorias expedidas por el Decreto del Gobierno nacional. Korina afirma que ha rechazado múltiples servicios: “Yo tampoco pienso en satisfacer la necesidad de absolutamente nadie por el hecho de que hay un inconveniente público que es la salud”.

En su casa vive con su madre, 2 abuelos y un hermano pequeño. Con veintitres años, es la responsable de abonar las 2 recibos que llegan a su casa: la del agua y el gas. Sus ganancias son la única fuente de ingreso estable para la familia. El aislamiento obligatorio, la pandemia y el miedo al contagio la han dejado –igual que a numerosas trabajadoras sexuales de Los Olivos y el mundo– sin actividad laboral. “Esto cayó de un instante a otro”, afirma, “fue algo imprevisto”.

Si bien en Peru la cuarentena obligatoria comenzó a regir a las cero horas del pasado quince de marzo, Guerra dejó de atender clientes del servicio con una semana de anticipación. Por prevención, anuló “dos servicios” ya antes del aislamiento decretado el quince de marzo en el distrito de Los Olivos, Carlos Herrera; y hace una semana, el primero de los días de la cuarentena, descartó otro. “Ahora mismo no me resulta interesante que me ofrezcan dinero”, explica. “Una ayuda humanitaria sí, pues no tengo ahorros, no tengo nada. Tenía cuatrocientos y pico soles eso ya se fue”.

Korina, mujer joven, lleva 3 años ejercitando la prostitución. Cuenta que “cuando era chica” estudió en una universidad, que decidió desamparar

Un día se percató de que tenía 2 opciones alternativas. “En Peru una mujer joven bonita, es fácil escoger entre ser mantenida o bien puta. A mí no me agrada ser mantenida y me tocó ser lo segundo”, afirma. A Korina le agradaría estudiar idiomas y ser traductora.

Urgencia

En Peru la prostitución no es ilegal ni está penalizada - Elcomercio.pe, No obstante “lo que existe es una regulación de corte policial, más no una ley que regule esta actividad y que entienda salud, seguridad social y protección”.

“Hay un vacío jurídico y eso es un serio problema por ser un tema tabú en Peru”. “El congreso está en Hora de hacerlo, para dejar claro el trabajo sexual permitido y la trata de blancas. Eso hay que hacerlo para poder resguardarlas [a las prostitutas] en un auténtico Estado Social de Derecho”.

Conforme con la presidente del sindicato de trabajadoras sexuales del país fundado en dos mil quince, en Los Olivos hay cerca de cuatrocientos o bien cuatrocientos cincuenta trabajadoras sexuales, incluyendo a mujeres trans y población migrante venezolana.

La asociacion tiene a su cargo cerca de treinta trabajadoras sexuales cuya edad fluctúa entre los veinte y cuarenta años. Con la urgencia por la cuarentena, ciertas debieron irse a vivir a los distritos con otras personas, sin plata. Otra parte se quedó en las habitaciones donde viven alquiladas en hoteles del Centro.

A los dueños de los inmuebles les afirmaron que no podían echarlas hasta el momento en que se restituyera la situación. “No las pueden sacar. Ellas pagaban cuando estaban bien. Ahora vino el virus, deben aguardar hasta el momento en que esto se solucione”, afirma Herrera.

Ya antes del coronavirus, las trabajadoras sexuales ya vivían una situación que las hacía enormemente frágiles. En sus espacios de trabajo, como explica Herrera, “las quitan, no las quieren dejar trabajar, les afirman que por qué razón están ahí, las tratan de rateras”.

Además de esto, ciertas tienen hijos bebés o bien, como Korina Guerra una casa y personas que sostener.

Espera de mercados

En el día Korina trabajaba con una conexión wi-fi desde casa; por las noches salía en taxi y, a eso de las 8:00 o bien 9:00 p.m., llegaba a las calles o bien rondaba por los estaderos en pos de potenciales clientes del servicio, en su mayor parte empresarios y “gente pudiente”, “de altos recursos”. En una misma noche llegaba a atender a 4 o bien 5 personas, con los que tenía los encuentros en hoteles de la zona de magaplaza o bien en sus casas o bien pisos. En ocasiones, la jornada se extendía hasta las 5:00 a.m. Todo esto cambió con la COVID-diecinueve.

El día de hoy, entre múltiples amigas y colegas manifiestan que no tienen de qué forma sacar para el sustento diario, conque han procurado por las ayudas mutuas. Afirma que en los últimos días ha comido bien “pero no es igual que ya antes, ya se siente la escasez”.

El dinero que le quedaba se lo gastó en servicios. La presente urgencia la instala en una situación para ella incómoda: no está habituada a percibir ayuda del Estado. “Me da un tanto de...”, afirma y calla. “Uno la solicita por el hecho de que verdaderamente la necesita”.


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